El presidente Biden dio su aprobación final este viernes a la mayor remodelación en varias generaciones del Código Uniforme de Justicia Militar de Estados Unidos, despojando a los comandantes de su autoridad sobre casos de agresión sexual, violación y asesinato para garantizar enjuiciamientos independientes de la cadena de mando.
Al firmar un decreto de gran alcance, Biden marcó el comienzo de los cambios más significativos en el sistema legal militar moderno desde que se creó en 1950. Algo que la Casa Blanca definió, en un comunicado, como un punto de inflexión para las sobrevivientes de violencia de género en el ejército.
“Como Comandante en Jefe, ha dejado en claro que nuestra única obligación verdaderamente sagrada como nación es preparar y equipar a aquellos que enviamos al peligro, y cuidar de ellos y sus familias tanto mientras están desplegados como cuando regresan a casa”.
El decreto llega tras dos décadas de presión de legisladores y defensores de las víctimas de agresión sexual, quienes argumentaron que a las víctimas en el ejército se les niega justicia con demasiada frecuencia, lo que culminó en una ley bipartidista que ordenó cambios en 2022.
Los comandantes militares se habían opuesto durante años a los cambios, con el temor que habrían podido reducir su autoridad. Pero finalmente fueron aceptados por el Pentágono en 2021.