La Corte Suprema de Estados Unidos comenzó a debatir el miércoles la legalidad del decreto emitido por el presidente Donald Trump que prohibió la entrada al país a personas de varios países de mayoría musulmana.
El gobierno de Trump le ha pedido al máximo tribunal que derogue los fallos de instancias menores que anularon la prohibición. La política fue implementada desde diciembre, pero esta es la primera vez que los magistrados consideran si viola las leyes migratorias o la Constitución.
El tema es si un presidente puede, de manera indefinida, prohibir la entrada al país a personas con base en su nacionalidad. El tribunal también tomará en cuenta la posibilidad de que el objetivo real de la medida sea excluir a musulmanes.
Muchas personas hicieron fila frente a la sede del máximo tribunal desde hace varios días. El miércoles, los activistas que se oponen a la prohibición se manifestaron frente a la sede judicial con carteles que decían “No a la prohibición contra musulmanes” y “Aquí le damos la bienvenida a los refugiados”, entre otros
En otra demostración del intenso interés público en el caso, la corte tomó la decisión inusual de grabar en audio todo el proceso, para ofrecer las grabaciones apenas horas después de que concluyan los argumentos finales. La última vez que la Corte Suprema tomó una medida así fue cuando se debatió el tema de los matrimonios entre homosexuales, en 2015.
La prohibición de entrada al país es la primera política de Trump que llega a la Corte Suprema. La ley examinada ahora por los magistrados es la tercera versión de la iniciativa.
La primera fue emitida en la primera semana de la presidencia de Trump y causó protestas y caos en los aeropuertos cuando agentes les prohibieron a varias personas abordar aviones y numerosos pasajeros fueron detenidos durante horas en los aeropuertos. Las cortes bloquearon esa primera versión, que luego fue revocada por el gobierno. La segunda versión recibió autorización parcial, pero se venció en septiembre.
La versión actual rige de manera indefinida y abarca a personas de cinco países de mayoría musulmana: Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen.
También afecta a dos países que no son de mayoría musulmana, pues impide la entrada de personas de Corea del Norte y de algunos funcionarios venezolanos y sus familias.
Otro país de mayoría musulmana, Chad, fue incluido inicialmente pero fue retirado días atrás, cuando el gobierno estadounidense determinó que esa nación había mejorado sus medidas de seguridad.