Once personas más murieron en los últimos dos días debido a las fuertes tormentas que ocasionaron lluvia, vientos, tornados e inundaciones en el sur de Estados Unidos, según informaron las autoridades.
Los meteorólogos estadounidenses advirtieron a los residentes desde el este de Texas hasta la frontera con Canadá que estén alerta ante la probabilidad de más tormentas.
Casi una tercera parte del territorio estadounidense está en riesgo de tornados, fuertes tormentas eléctricas, granizo e inundaciones, en áreas que ya están inundadas o han sido azotadas por vientos huracanados.
La semana anterior, las fuertes tormentas azotaron nuevamente el estado de Arkansas, donde las lluvias causaron ocho muertes y también se reportaron inundaciones.
Un tornado barrió el lunes en la noche el poblado de Vilonia, a unos 40 kilómetros al norte de Little Rock, donde provocó la muerte de al menos cuatro personas, y otras cuatro fallecieron cuando los vehículos en que viajaban fueron arrastrados por las aguas.
El gobernador de Arkansas, Mike Beebe, declaró el estado de emergencia a causa de la severas tormentas que dejaron caer varias pulgadas de lluvia sobre los ríos ya crecidos.
Los vientos y las precipitaciones también afectaron la base de la fuerza aérea en Little Rock y dejaron sin electricidad a miles de personas.
En el sureste de Missouri, un dique sufrió una grieta en la localidad de Poplar Bluff y las autoridades se vieron obligadas a evacuar a un millar de personas en las inmediaciones del río Black.
Los meteorólogos han pronosticado que la zona seguirá siendo afectada por el mal tempo y alertaron de la probabilidad este martes de tornados en el sur de Arkansas y partes de Louisiana, Oklahoma, Texas, Tennessee y Mississippi.
