Más de 18 por ciento de los estadounidenses dicen que hubo momentos este año en que no pudieron costearse los alimentos que necesitaban, y esa situación podría empeorar a causa de la sequía que afecta el país, según una encuesta de la firma Gallup.
El mes pasado, el Departamento de Agricultura alertó que los precios de los alimentos podrían experimentar el año próximo un aumento de entre 3 y 5 por ciento como consecuencia de la peor sequía que ha afectado al país en medio siglo.
Ahora el sondeo de Gallup, difundido este martes, añade que más personas en EE.UU. pueden encarar problemas “debido a que los daños ocasionados por la sequía en las cosechas han dado como resultado escasez de suministro en la cadena de alimentos y han empezado a afectar los precios minoristas”.
La encuesta fue hecha con más de 177 mil adultos a quienes se les preguntó durante seis meses por teléfono, a razón de mil personas por día, si tenían o no dinero suficiente para cubrir sus necesidades alimenticias o las de su familia.
Las peores respuestas, dice Gallup, se registraron en Mississippi, donde uno de cada cuatro encuestados, dijo estar afrontando dificultades.
De acuerdo con el sondeo, los residentes que tienen mayores probabilidades de tener contratiempos con los alimentos son los de las regiones del sureste y suroeste de EE.UU, y los que tienen menos, los de las zonas montañosas y del medio oeste del país.
Pero el encarecimiento de los alimentos no es un problema circunscrito a la sequía que afecta a EE.UU., y expertos internacionales han advertido que todos los países deben prepararse para un posible incremento de los precios en los meses venideros.
Rusia, un gran exportador de cereales, también está afectado por la sequía, y la cosecha de maíz en EE.UU., que en mayo fue estimada en 380 millones de toneladas se habría reducido ahora a unos 270 millones.
Este martes, el precio de la soya alcanzó su máximo de todos los tiempos al cotizarse $17.33 dólares el bushel en la Bolsa Comercial de Chicago, mientras que el maíz subió hasta $8.49 el bushel el 10 de agosto pasado.
El mes pasado, el Departamento de Agricultura alertó que los precios de los alimentos podrían experimentar el año próximo un aumento de entre 3 y 5 por ciento como consecuencia de la peor sequía que ha afectado al país en medio siglo.
Ahora el sondeo de Gallup, difundido este martes, añade que más personas en EE.UU. pueden encarar problemas “debido a que los daños ocasionados por la sequía en las cosechas han dado como resultado escasez de suministro en la cadena de alimentos y han empezado a afectar los precios minoristas”.
La encuesta fue hecha con más de 177 mil adultos a quienes se les preguntó durante seis meses por teléfono, a razón de mil personas por día, si tenían o no dinero suficiente para cubrir sus necesidades alimenticias o las de su familia.
Las peores respuestas, dice Gallup, se registraron en Mississippi, donde uno de cada cuatro encuestados, dijo estar afrontando dificultades.
De acuerdo con el sondeo, los residentes que tienen mayores probabilidades de tener contratiempos con los alimentos son los de las regiones del sureste y suroeste de EE.UU, y los que tienen menos, los de las zonas montañosas y del medio oeste del país.
Pero el encarecimiento de los alimentos no es un problema circunscrito a la sequía que afecta a EE.UU., y expertos internacionales han advertido que todos los países deben prepararse para un posible incremento de los precios en los meses venideros.
Rusia, un gran exportador de cereales, también está afectado por la sequía, y la cosecha de maíz en EE.UU., que en mayo fue estimada en 380 millones de toneladas se habría reducido ahora a unos 270 millones.
Este martes, el precio de la soya alcanzó su máximo de todos los tiempos al cotizarse $17.33 dólares el bushel en la Bolsa Comercial de Chicago, mientras que el maíz subió hasta $8.49 el bushel el 10 de agosto pasado.