Los precios al por mayor en EE.UU. experimentaron un importante ascenso, lo cual se traduce en un incremento de los precios en alimentos y energía.
El más reciente informe del Departamento de Trabajo afirma que los precios subieron ocho décimas de punto porcentual durante el mes de septiembre de 2011 y subieron un 6,9% respecto al mismo mes del año anterior.
Algunos economistas dicen que los factores que impulsan el aumento de los precios son probablemente temporales.
Fuera de la zona inestable de la energía y los alimentos, los precios en la economía global sufrieron un modesto aumento de dos décimas durante el mismo período. Los economistas llaman esto el "núcleo" de la tasa de inflación.
Debido a los leves pero importantes aumentos en los precios del mercado global, se espera que el Banco Central de EE.UU. no eleve las tasas de interés en un esfuerzo por enfriar la subida de los precios de forma acelerada.
La Reserva Federal elevó las tasas de interés a niveles muy bajos en 2008 y ha mantenido las mismas cifras desde entonces en otro esfuerzo por impulsar el crecimiento económico.
