El Parlamento de Eslovaquia cedió a la presión de los 16 países de la eurozona que habían aprobado la ampliación del fondo de rescate financiero para los países con problemas económicos en el continente.
Eslovaquia, que había rechazado aportoar $10.000 millones de euros más para el Fondo, fue el último de los 17 países de la eurozona en aprobar la medida que sumará $600.000 millones de dólares en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país tiene la mayor economía de Europa, había advertido que la economía global está fuertemente afectada por la crisis de deuda europea, y que cada país debe contribuir con su parte para expandir el fondo.
Eslovaquia, uno de los países más pobre de los 17 que usan el euro, rechazó previamente aportar una garantía de $10.000 millones para el fondo aludiendo que Eslovaquia no podía darse el lujo de apoyar a países con problemas de deuda como Grecia, donde el salario promedio de los trabajadores es más alto que en la nación de Europa central.
El presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, pidieron a los legisladores eslovacos que se pongan por encima de las políticas de corto plazo y que adopten rápidamente la expansión de fondos, indicando que era en el interés de todos los países que usan el euro, incluyendo el pueblo eslovaco.
Un día antes, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, instó a los países de la eurozona a tomar medidas urgentes para atajar la crisis de la deuda soberana, que considera sistémica y una amenaza para la estabilidad económica mundial.
"La alta interconexión en el sistema financiero de la Unión Europea ha llevado rápidamente a un riesgo creciente de contagio significativo. Ello amenaza la estabilidad financiera en la UE e impacta negativamente a la economía real de Europa y del exterior", señaló el representante, quien previene de realizar los cambios antes de que acontezca otra crisis como la de 2008.
Para ello, los entes reguladores pidieron a los bancos europeos datos sobre su capital y su vulnerabilidad a la deuda para reevaluar sus necesidades de recapitalización.
Mientras tanto, se espera que los prestamistas internacionales den a conocer su participación en el programa de reformas y el plan de austeridad de Grecia, donde los inspectores de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional dijeron que Grecia podría recibir un tramo vital de ayuda de $8.000 millones de euros a inicios de noviembre.
"Una vez que el Eurogrupo y el directorio ejecutivo del FMI hayan aprobado las conclusiones de la quinta revisión, el siguiente tramo de 8.000 millones de euros (5.800 millones de euros de los estados miembros de la zona euro y 2.200 millones del FMI) estará disponible, con mayor probabilidad a principios de noviembre", señala el grupo en una declaración.
"El éxito del programa sigue dependiendo de movilizar adecuado financiamiento de la participación del sector privado y del sector oficial. Las discusiones en marcha sobre la participación privada, junto con las garantías provistas por los líderes europeos en la cumbre del 21 de julio, sugieren que el programa se mantiene plenamente financiado", agrega.