Agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), Inmigración y del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos descubrieron este fin de semana a 55 inmigrantes indocumentados en una casa en Chaparral, Nuevo México, donde permanecían ocultas por una pareja de traficantes de personas.
Agentes fronterizos detectaron primero a siete indocumentados cerca del Aeropuerto Internacional de El Paso, Texas. La información obtenida por los agentes tras interrogar a los indocumentados, les condujo a una hacinada casa de seguridad en Nuevo México donde encontraron a otros 48 indocumentados, según un comunicado del CBP.
Los inmigrantes estaban bajo la custodia de un traficante, un residente legal, y su esposa. Había ciudadanos de Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y México. En total fueron detenidas 57 personas: los 55 migrantes irregulares y la pareja que los ocultaba.
"Estaban expuestos al coronavirus, muchos de ellos no llevaban mascarilla (...). Es una falta de respeto a la seguridad de los seres humanos y de la comunidad", aseguró a la Voz de América una portavoz de la Patrulla Fronteriza.
Los detenidos serán sometidos a "un rápido examen médico", el cual no incluye la realización de pruebas para la detección de la COVID-19, explicó la funcionaria al ser preguntada sobre el asunto. La mayoría de los migrantes indocumentados han sido ya expulsados del país en virtud de la legislación vigente, agregó la portavoz.
El hallazgo de la casa se produce luego que el mes pasado otras 32 personas fueron encontradas en una otra residencia en El Paso, Texas.
“Este incidente demuestra que la continua explotación por organizaciones criminales transnacionales que repetidamente usan humanos para generar ganancias sin importar los riesgos naturales, incluyendo el potencial de contagio durante la actual pandemia del COVID-19”, concluyó la jefa de la Patrulla Fronteriza en El Paso, Gloria Chávez, citada en el comunicado.