El inspector general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) alertó al organismo de las “peligrosas” condiciones de hacinamiento y poca salubridad en las que se encuentra un centro de procesamiento de migrantes en el El Paso, Texas, después de varias inspecciones sorpresa.
Un informe publicado por la oficina del inspector, John V. Kelly, describe cómo en el centro, que tiene capacidad para alojar 125 personas, había hasta 900 migrantes a principios de mayo. La mayoría de las personas detenidas estaban en celdas hacinadas, diseñadas para permanecer de pie, por más de las 72 horas permitidas por los estándares gubernamentales. De acuerdo con el informe, algunos de las personas permanecieron en las celdas por días e incluso semanas.
“(La agencia de Protección de Aduanas y Frontera) tiene problemas para mantener unas condiciones higiénicas en las celdas. Con acceso limitado a duchas y ropa limpia, los detenidos usaban ropa socia por días o semanas”, describió el reporte.
Dentro de las celdas, los inspectors observaron que las personas “se paraban en los sanitarios para hacer espacio para respirar, limitando el acceso a los sanitarios”. El abarrotamiento de personas en el centro, continúa el informe, impide que se separen a los detenidos que están enfermos con “enfermedades infecciosas como influenza o varicela”, contagiando a los migrantes que estaban sanos e incluso afectado la salud de los funcionarios del centro.
El informe concluye que es “crítico” para salud y las necesidades de los migrantes que se lleven a cabo acciones correctivas. “No pueden seguir estando en habitaciones diseñadas para estar solo de pie por semanas mientras se construyen carpas adicionales”, sentencia el informe.
El flujo de migrantes en la frontera de Estados Unidos con México ha aumentado en los últimos meses. De acuerdo con DHS, solo en el mes de abril aproximadamente 109.000 personas cruzaron la frontera y se espera que en mayo esa cifra sea mayor. El jueves, el presidente Donald Trump amenazó a México con imponer aranceles a sus productos si el país no hace algo para frenar la llegada de migrantes a Estados Unidos.
En un memo respondiendo al informe del inspector, DHS afirmó que “ha tomado medidas para asegurar un estándar más alto a la hora de responder a la actual crisis humanitaria” e informó que ya se construyó una carpa para albergar a 500 personas en la estación de El Paso y se espera tengan otra lista para el 31 de julio. También, planean abrir un centro de procesamiento centralizado para noviembre del 2020.
“Nuestro sistema migratorio no está equipado para acomodar un flujo migratorio como el que estamos viendo ahora”, escribió un representante de DHS.
Maletas en la basura y quejas de seguridad
Al llegar al centro de procesamiento, a los migrantes se les quitan las pertenencias y se arrojan a la basura, indicó el informe.
En un vertedero cerca al centro, los agentes tiraban maletas, mochilas y bolsos, ya que los objetos “pueden estar mojados, tener bichos, lodo y, por lo tanto, ser un riesgo biológico”, según dijeron miembros de la Patrulla Fronteriza a los inspectores.
Dentro del centro y con las celdas hacinadas, los trabajadores de la Patrulla Fronteriza están preocupados de que las tensiones entre los detenidos “puedan volverse violentas” y ellos no puedan manejarlo. El informe detalló una instancia en la que 140 de los hombres en el centro de procesamiento estaban “abarrotados” en los pasillos y las áreas comunes del edificio mientras limpiaban sus celdas.
“Observamos que los trabajadores tenían dificultad a la hora de manejar la multitud para llevar a cabo sus tareas”, añadió el reporte.
El senador demócrata Dick Durbin, miembro del comité judicial del Senado, emitió un comunicado diciendo que lo que él había visto en una visita al mismo centro de procesamiento “todavía le atormenta”. “Este reporte subraya la necesidad de una reforma migratoria bipartidista y comprensiva”, sentenció.