La policía israelí arrestó el jueves a un judío israelí de 19 años de edad como principal sospechoso de una serie de amenazas de bomba dirigidas a centros comunitarios judíos y otras instituciones en los Estados Unidos, lo que representa un avance potencial en el caso.
El portavoz de la policía, Micky Rosenfeld, describió al sospechoso como un hacker, pero dijo que sus motivos aún no estaban claros. Los medios de comunicación israelíes lo identificaron como un doble ciudadano estadounidense-israelí.
"Es el tipo que estaba detrás de las amenazas del JCC", dijo Rosenfeld, refiriéndose a las decenas de amenazas anónimas contra centros comunitarios judíos en los Estados Unidos durante los últimos dos meses, al igual que a otros lugares en Australia, Nueva Zelanda y también dentro de Israel.
La policía dijo que el sospechoso llamaba advirtiendo haber colocado bombas en lugares públicos y compañías privadas, causando pánico y "daños económicos significativos", y perturbando el orden público, incluyendo las evacuaciones apresuradas de varios lugares públicos alrededor del mundo.
El joven, del sur de Israel, usó tecnologías avanzadas para enmascarar el origen de sus llamadas.
Después de una intensa investigación en cooperación con representantes del FBI que llegaron a Israel, así como otras organizaciones policiales de varios países, se utilizó tecnología para rastrear al sospechoso, dijo Rosenfeld. La policía registró su casa el jueves por la mañana y descubrió antenas y equipos de satélite.
"No usó líneas telefónicas regulares, utilizó diferentes sistemas informáticos para que no pudieran descubrirlo", dijo Rosenfeld.
El FBI confirmó el arresto, pero no hizo ningún otro comentario.
La Liga Anti-Difamación dice que han habido más de 150 amenazas de bomba contra centros comunitarios judíos y escuelas en 37 estados y dos provincias canadienses desde el 9 de enero. Estas amenazas condujeron a evacuaciones de los edificios, alteraron las comunidades judías y plantearon temores de un aumento del antisemitismo. Las amenazas fueron acompañadas por actos de vandalismo en varios cementerios judíos.
Las amenazas provocaron las críticas contra la administración del presidente Donald Trump por no hablar lo suficientemente rápido. El mes pasado, la Casa Blanca denunció las amenazas y rechazó las “odiosas amenazas antisemitas en los más fuertes términos".
Las autoridades estadounidenses también han arrestado a un experiodista de San Luis, Missouri, por presuntas amenazas a organizaciones judías. Juan Thompson ha sido acusado en Nueva York por un cargo de ciberacoso.
Pero la policía israelí describió al hombre local como el principal sospechoso de la ola de amenazas.