Al celebrarse el Día Internacional de los Migrantes, Naciones Unidas dice que por lo menos 3.174 migrantes han muerto este año mientras buscaban llegar a un lugar seguro tras huir de la persecución y la violencia, o a un lugar donde pudieran mejorar sus empobrecidas vidas.
La Organización Internacional para la Migración (OIM) dijo que el número registrado de migrantes muertos está probablemente sub reportado. Dice que decenas de miles de personas se embarcan en peligrosas jornadas a lo largo de desiertos, selvas y océanos. Muchos miles no sobreviven, pero los muertos, dice, no son reportados.
La OIM dice que el número total de muertes de migrantes alrededor del mundo registrada este año es inferior a los años anteriores. Sin embargo, señala que las fatalidades han aumentado notablemente en algunas de las rutas migratorias. Por ejemplo, el portavoz de la OIM, Paul Dillon, dice que al menos 593 muertes han sido documentadas en el 2020 en las españolas Islas Canarias, comparado con 45 muertes en 2018.
“Un aumento en las muertes de migrantes también fue registrada en América del Sur comparado con años anteriores, con al menos 104 vidas perdidas, la mayoría de ellos de migrantes venezolanos, comparado con los menos de 40 de años anteriores”, dijo Dillon. Esto incluye por lo menos 23 personas que se ahogaron en la costa de Venezuela el fin de semana pasado. Unos 381 hombres, mujeres y niños también perdieron sus vidas en la frontera entre México y Estados Unidos”.
Este año, la migración dentro y en ruta a Europa ha cobrado la mayor cantidad de vidas, más de 1.700. Dillon dice que un número significativo de muertes fueron de migrantes de la zona subsahariana de África.
Dice que los migrantes no son simples estadísticas. Agregó que son personas que hacen contribuciones significativas a sus países de migración, especialmente en este tiempo de coronavirus.
“Lo que vemos todos los días son las imágenes de doctores y enfermeras y personal de apoyo en centros de salud y hogares de ancianos, muchos de los cuales son trabajadores migrantes contribuyendo a la respuesta a la pandemia del COVID-19, salvando vidas, trabajando las largas y arduas horas en reemplazo de aquellos que están enfermos”, dijo Dillon.
Agregó que los migrantes deberían ser bienvenidos y apreciados por los servicios y papeles beneficiosos que juegan en sus sociedades adoptivas en lugar de ser denigrados y sometidos a discriminación.