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Pompeo visita en Israel un museo que honra a sionistas cristianos


El secretario de Estado, Mike Pompeo, posa para una foto al visitar el Museo Amigos de Sion, en Jerusalén.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, posa para una foto al visitar el Museo Amigos de Sion, en Jerusalén.

Mike Pompeo clausuró su estadía a Israel con una visita a un museo que honra a los sionistas cristianos. Pero lo más sobresaliente de su viaje fue su visita a un asentamiento de Cisjordania, el haber anunciado que los productos de esa zona exportados a Estados Unidos podrán etiquetarse como "hecho en Israel" y que lanzará una campaña contra quienes promuevan el boicot a Israel.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, culminó el viernes su viaje a Israel con una visita a un museo en Jerusalén que honra a los cristianos sionistas y que fue fundado por un prominente asesor evangélico de la administración del presidente Donald Trump.

La visita al museo se produjo un día después que Pompeo se convirtiera en el primer secretario de Estado en visitar un asentamiento judío en los territorios ocupados de Cisjordania. También anunció una nueva política de que los productos de los territorios ocupados que sean exportados a Estados Unidos podrán ser rotulados como “hecho en Israel” y una nueva iniciativa para combatir el movimiento internacional palestino de boicot a Israel.

El sionismo cristiano es una creencia que defiende el retorno de los judíos a Tierra Santa y sostiene que el establecimiento del Estado de Israel en 1948 obedeció a profecías bíblicas.

El Museo de los Amigos de Sion fue fundado por Mike Evans, un prominente simpatizante evangélico de Israel. Los cristianos evangélicos están entre los más leales seguidores del presidente Donald Trump y han aplaudido su apoyo sin precedentes a Israel. Además, también serían un importante bloque de votantes en caso de que Pompeo decidiera postularse a la Casa Blanca tras la presidencia de Trump.

La administración Trump ha roto con décadas de política exterior al apoyar los reclamos de Israel sobre los territorios ocupados durante la guerra y para aislar y debilitar a los palestinos.

Entre otras medidas, trasladó la embajada de Estados Unidos al disputado Jerusalén, adoptó la postura de que los asentamientos no son contrarios al derecho internacional, reconoció la anexión de los Altos del Golán -que Pompeo también visitó el jueves- y lanzó un plan para el Medio Oriente que abrumadoramente favorecía a Israel y que fue rechazado por los palestinos. Ha adoptado también una campaña de “presión máxima” contra Irán, el archienemigo de Israel, mientras negocia acuerdos de normalización de relaciones con las naciones árabes.

Las medidas anunciadas el jueves por Pompeo son en buena medida simbólicas y podrían fácilmente ser revertidas por la administración entrante del proyectado ganador de las elecciones, Joe Biden. Pero fue una poderosa muestra de respaldo a Israel y sus aliados cristianos.


En la Guerra de 1967, Israel ocupó Cisjordania y el este de Jerusalén, territorios que los palestinos quieren para su futuro Estado. Los palestinos ven los asentamientos como una violación al derecho internacional y un enorme obstáculo para la paz, una postura compartida por la mayor parte de la comunidad internacional.

Los Altos del Golán pasaron de Siria a control israelí durante esa misma guerra y luego fueron anexados. El año pasado, Estados Unidos se convirtió en el primer país en reconocer los Altos del Golán como parte de Israel, una posición que Pompeo reafirmó durante su visita a la estratégica meseta el jueves.

Biden se opone a la construcción de asentamientos y ha prometido adoptar una política más equitativa con la intención de revivir las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos.

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