La decisión de una corte de Moscú de sentenciar al opositor ruso Alexei Navalny a dos años y ocho meses de prisión ha desatado una fuerte reacción de los países occidentales y protestas en Rusia, mientras los analistas opinan que la medida tuvo como objetivo aplastar a las crecientes voces disidentes.
La jueza Natalia Repnikova ordenó el martes cambiar una sentencia suspendida de tres años y medio emitida contra Navalny en 2014 por un término de prisión, descontando tiempo ya servido.
El fallo indignó a sus partidarios, cientos de los cuales salieron a las calles a protestar. Estados Unidos demandó a Rusia la liberación de Navalny y otros detenidos en protestas recientes.
La abogada de Navalny, Olga Mikhailova, dijo que la sentencia será apelada.
Navalny, de 44 años, se ha convertido en la figura de oposición más influyente del país, después de años de aprovechar hábilmente las redes sociales para canalizar un creciente descontento en Rusia por razones que van desde la caída del nivel de vida a percepciones de corrupción contra el presidente Vladimir Putin y su elite gobernante.
Todo esto lo hecho una amenaza potencial contra el Kremlin, que parece querer hacer un ejemplo con él, dijo una analista.
Putin optó por una dura sentencia para “que Navalny y otros se percaten de que enfrentan la perspectiva de pasar el resto de su vida tras las rejas”, dijo Tatiana Stanovaya, una fundadora del centro de estudios R. Politik, en un mensaje de Twitter.
La analista advirtió que otros grupos, como la prensa liberal, organizaciones no gubernamentales y activistas de tendencia opositora, enfrentarán una mayor presión en la escalada del Kremlin para acallar las protestas que se han incrementado en los últimos años.
El Kremlin ya ha estado restringiendo a la oposición y a los grupos de derechos humanos con nuevas leyes represivas aprobadas por un parlamento afín.
El Kremlin: las protestas "son una provocación"
Este miércoles, el Kremlin dijo que la policía antidisturbios estuvo justificada en usar métodos drásticos para disolver protestas contra el encarcelamiento de Navalny y que hay que erradicar esas protestas ilegales.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo que los llamados de los aliados de Navalny para salir a las calles después de su encarcelamiento del martes eran una provocación.
Vladimir Ryzhkov, un crítico del Kremlin y exdiputado de la Duma, advirtió que el arresto de Navalny podría conducir a una nueva ola de emigración entre los ciudadanos más políticamente activos de Rusia.
Navalny está retenido desde que llegó a Rusia, el 17 de enero, procedente de Alemania, donde se había recuperado de un intento de envenenamiento que según él fue ordenado por Putin.
El servicio penitenciario federal de Rusia había acusado a Navalny de violaciones relacionadas con la sentencia suspendida en 2014 por cargos de malversación, que el opositor ha calificado de inventados.
[Tomado de un reporte de Radio Europa Libre/Radio Libertad]