Las guerras de Irak y Afganistán, el desarme nuclear, la situación de los prisioneros en Guantánamo y el deterioro de la imagen de Estados Unidos en el mundo fueron parte de la larga lista de cuestiones internacionales con las que Barack Obama tenía que lidiar al tomar la presidencia. Pero algunos analistas han dicho que la Guerra en Afganistán podría convertirse en el asunto que defina la presidencia de Obama.
Después de meses de analizar la situación, el presidente decidió enviar más soldados para ayudar a estabilizar la región y evitar que el grupo extremista Talibán volviera a contralarla.
Algunos analistas dicen que en la situación particular de Afganistán, Obama no tenía muchas opciones, y que, dadas las circunstancias, tomó una buena decisión.
“La alternativa (…) el lavarnos las manos de Afganistán, no creo que era factible”, dijo Robert Kagan, analista de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, durante un reciente panel sobre el tema.
Obama fue laureado con el Premio Nobel de la Paz este año, pero algunos piensan que su política es demasiado parecida a la política de la presidencia anterior.
“Estuvimos decepcionados con algunas continuidades cuando las comparamos con las promesas de cambios audaces que él prometió durante su campaña”, dijo John Feffer, uno de los directores de estudios de política externa del Instituto para Estudios de Política, a voanoticias.com.
Feffer dice que en vez de invertir dinero en causas militares, el gobierno debería enfocarse en problemas nacionales y emplear esos fondos para los programas que Obama ha propuesto, como el programa de cuidado de salud que costaría miles de millones de dólares.
Otros analistas dicen que están de acuerdo en invertir dinero en causas militares por razones de “seguridad nacional”.
“El papel más importante que puede tener el ejército federal es defender a nuestro país”, dijo Israel Ortega, analista de la Fundación Heritage.
En general, algunos analistas dicen que, considerando que hay tanto que hacer en Estados Unidos, Obama va por buen camino en cuanto a relaciones internacionales.
“El presidente ha logrado en un extraordinariamente corto tiempo cambiar la manera en que el mundo ve a Estados Unidos de oscuro a brillante”, escribió en un artículo de opinión Jessica Tuchman Mathews, analista de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.
