Las personas desplazadas internamente en Haití ahora enfrentan una mayor vulnerabilidad al tener que abandonar sus lugares iniciales de acogida, debido a “la violencia de las pandillas y los desastres”, alertó el miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
“Casi la mitad de los desplazados internos en la capital de Haití han tenido que abandonar sus alojamientos temporales en comunidades de acogida y ahora residen en condiciones vulnerables en sitios improvisados”, informó la OIM en un comunicado.
La organización señala que por lo menos 200.000 personas han tenido que abandonar sus hogares huyendo del clima violento que generan las pandillas. Los grupos criminales controlan de buena parte de Puerto Príncipe, la capital del país, han denunciado las autoridades, organizaciones y organismos internacionales, como la propia ONU.
“Los datos anteriores de la OIM muestran que la mayoría de las personas desplazadas buscaron seguridad con amigos y familiares en otras comunidades. Al acoger a personas desplazadas, las comunidades tienen que compartir sus recursos limitados con ellos”, explica. Haití ha vivido una situación de inestabilidad política que ha empeorado en los dos últimos años. En julio de 2021 el presidente Jovenel Moïse fue asesinado por un comando internacional.
En el verano de 2022, el gobierno interino de Ariel Henry decidió suspender el subsidio a los combustibles, lo que llevó a protestas populares y las pandillas se hicieron con el control temporal del principal puerto de la isla caribeña.
La OIM ofrece sus datos por medio de la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento, una herramienta que usa para medir los traslados forzados en el mundo.
Unos 100.000 inmigrantes haitianos que han sido repatriados en este 2023 desde otros países de la región se suman a la delicada situación, denunciada por la OIM. Muchos de ellos ya formaban parte del desplazamiento interno.
El organismo informó que muchos de los que han sido regresados al país no poseen sus documentos de identificación adecuados “lo que complica su reintegración”.
La ONU ha denunciado que en ese país los secuestros y las violaciones sexuales han sido usados como herramientas para intimidar a la población, que ha huido de sus lugares de asentamiento.
El gobierno de Kenia hizo recientemente su ofrecimiento a comandar una fuerza internacional para apoyar a la policía haitiana y devolver la seguridad a la nación, sin embargo una acción así debe de esperar todavía por el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU.