El papa Francisco rindió homenaje el domingo a los lituanos que sufrieron y murieron durante las ocupaciones soviéticas y nazis, en el mismo día en que el país recuerda la casi exterminación de su centenaria comunidad judía durante el Holocausto.
Francisco comenzó el domingo su segundo día en el Báltico en la segunda ciudad de Lituania, Kaunas, donde se calcula que unos 3.000 judíos sobrevivieron de una comunidad de 37.000 durante la ocupación nazi de 1941-1944.
Durante la misa en el exuberante Parque Santakos, bajo un sol otoñal brillante, Francisco honró a las víctimas judías de las ejecuciones de la era nazi y a los lituanos que fueron deportados a los gulags siberianos o que fueron torturados y oprimidos en su tierra durante cinco décadas de ocupación soviética.
“Las generaciones anteriores todavía llevan las cicatrices del período de la ocupación, la angustia de los que fueron deportados, la incertidumbre sobre los que nunca regresaron, la vergüenza de los que fueron informantes y traidores”, dijo Francisco a la multitud.
La ciudad de “Kaunas sabe de esto. Lituania en su conjunto puede atestiguarlo, temblando todavía ante la mención de Siberia, o los guetos de Vilna y Kaunas, entre otros”, agregó.
El pontífice hizo una denuncia velada al revisionismo histórico que aflige a gran parte de Europa Oriental cuando se trata de la historia del Holocausto.
El problema es agudo en Lituania, donde los lituanos comunes y corrientes ejecutaron a judíos junto con los ocupantes nazis, exterminando a la población judía de la capital Vilna, conocida durante siglos como “la Jerusalén del Norte” por su importancia para la política y el pensamiento judíos.
Francisco llegó a Lituania el sábado para dar inicio a un agotador viaje de cuatro días que también lo llevará a Letonia y Estonia. Buscará alentar la fe de los católicos y celebrar el centenario de la independencia del Báltico.
Lituania, Letonia y Estonia vivieron cinco décadas de represión religiosa impuesta por la Unión Soviética y de ateísmo patrocinado por el Estado.
Lituania es 80% católica, mientras que los luteranos y los ortodoxos rusos cuentan con más seguidores en Letonia y Estonia, que Francisco visitará el lunes y el martes.