El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, se reunió el miércoles con el primer ministro palestino, Mohammad Mustafa, y con otros altos cargos de varios países de Oriente Medio en Madrid un día después de que España, Irlanda y Noruega reconocieron oficialmente un Estado palestino.
La medida diplomática adoptada el martes por las tres naciones de Europa occidental fue criticada por Israel y tendrá escasa repercusión inmediata en la guerra en la Franja de Gaza, pero fue una victoria para los palestinos y podría animar a otras potencias occidentales a seguir sus pasos.
“En nombre del presidente (Mahmud) Abbas y del gobierno de Palestina, del pueblo palestino, acogemos con gran satisfacción el reconocimiento de España del Estado de Palestina", dijo Mustafa tras la reunión. “Este reconocimiento refuerza nuestra determinación para continuar nuestra lucha por una paz justa y duradera".
Además de Mustafa, a la reunión asistieron el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farhan; el primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani; el presidente de la Organización para la Cooperación Islámica, Hussain Ibrahim Taha, y los cancilleres de Turquía y Jordania, que forman el llamado Comité Ministerial Árabe-Islámico sobre Gaza. En el encuentro estuvo también el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares.
Más de 140 países reconocen ahora un Estado palestino, más de dos tercios de las Naciones Unidas.
Con España e Irlanda, nueve de los 27 miembros de la Unión Europea reconocen un Estado Palestino. Noruega no forma parte de la UE, pero suele alinear su política exterior con la del bloque.
Eslovenia, que también está en la UE, decidirá sobre el asunto el jueves y trasladará la iniciativa al parlamento para su aprobación definitiva.
“Aplaudimos a España y aplaudimos a Noruega, Irlanda y Eslovenia por hacer lo correcto. Instamos a otros socios europeos a que hagan lo mismo", apuntó el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi.
La decisión de reconocer un Estado palestino ha provocado una crisis en las relaciones entre Bruselas e Israel. Madrid y Dublín están presionando a la UE para que tome medidas contra Israel por sus continuos ataques sobre la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
La declaración formal de España, Irlanda y Noruega se produjo más de siete meses después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, luego de la incursión encabezada por los insurgentes en el sur de Israel el 7 de octubre que dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y alrededor de 250 secuestrados. Israel respondió con una campaña aérea y terrestre que se ha cobrado la vida de 36.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre víctimas civiles y combatientes en su conteo.
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