Bajo dominio republicano, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó de manera simbólica una medida para derogar la reforma del sistema sanitario, impulsada por el presidente Barack Obama.
Con 244 votos a favor y 185 en contra, la iniciativa demócrata llegó al intento número 33 por derogarla, luego de que el 28 de junio, la Corte Suprema validó casi la totalidad la reforma promulgada en 2010.
No obstante, los republicanos no dejan de insistir en la derogación, a pesar de que las posibilidades de que esto suceda son pocas, ya que el Senado, está dominado por una mayoría demócrata.
La ley, que prevé a partir de 2014 extender la atención médica a 32 millones de estadounidenses que carecían de seguro de salud, ha dividido al electorado estadounidense, de acuerdo a un estudio divulgado esta semana por The Washington Post.
Ante esta situación, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo en rueda de prensa que los republicanos están perdiendo el tiempo al programar estos votos "una y otra vez", en vez de centrarse en los problemas económicos del país.
Por su parte, el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, alegó que la reforma es una costosa intrusión del Gobierno y "está empeorando" la "economía, elevando los costos y dificultando las contrataciones de los pequeños negocios".
No obstante, los demócratas reclaman que en lugar de atacar, los republicanos deberían proponer una alternativa para sanear el sistema de salud. Asimismo, en rueda de prensa previa a la votación, aseguraron que en el marco de la reforma sanitaria, ya están ayudando a niños y a cientos de ancianos jubilados.
Con 244 votos a favor y 185 en contra, la iniciativa demócrata llegó al intento número 33 por derogarla, luego de que el 28 de junio, la Corte Suprema validó casi la totalidad la reforma promulgada en 2010.
No obstante, los republicanos no dejan de insistir en la derogación, a pesar de que las posibilidades de que esto suceda son pocas, ya que el Senado, está dominado por una mayoría demócrata.
La ley, que prevé a partir de 2014 extender la atención médica a 32 millones de estadounidenses que carecían de seguro de salud, ha dividido al electorado estadounidense, de acuerdo a un estudio divulgado esta semana por The Washington Post.
Ante esta situación, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo en rueda de prensa que los republicanos están perdiendo el tiempo al programar estos votos "una y otra vez", en vez de centrarse en los problemas económicos del país.
Por su parte, el presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner, alegó que la reforma es una costosa intrusión del Gobierno y "está empeorando" la "economía, elevando los costos y dificultando las contrataciones de los pequeños negocios".
No obstante, los demócratas reclaman que en lugar de atacar, los republicanos deberían proponer una alternativa para sanear el sistema de salud. Asimismo, en rueda de prensa previa a la votación, aseguraron que en el marco de la reforma sanitaria, ya están ayudando a niños y a cientos de ancianos jubilados.
