La policía peruana rescató a 44 ciudadanos asiáticos —17 hombres y 27 mujeres— retenidos contra su voluntad por un grupo criminal de Taiwán en una amplia casa de uno de los barrios más lujosos de la capital peruana.
A través de su cuenta oficial en la red social X, antes Twitter, la policía indicó que también se detuvo a seis hombres de Taiwán que retenían a los cautivos y están implicados en “la trata de personas con fines de explotación laboral”. Videos policiales mostraban a los capturados con tatuajes de colores que cubrían toda su espalda. Al salir de la casa, con grilletes en la espalda, los seis capturados ocultaron sus rostros ante las cámaras de la prensa local.
La policía indicó que el operativo empezó la noche del sábado y que el domingo aún estaba en curso. Detalló que la lista de cautivos encontrados en la casa de lujo eran 17 hombres y 26 mujeres originarios de Malasia, junto a una mujer de Taiwán.
El jefe de la división contra la trata de personas, general Carlos Malaver, dijo a The Associated Press que la hipótesis que la policía tiene de forma inicial es que los retenidos realizaban contra su voluntad llamadas extorsivas a países asiáticos.
“Eso podría cambiar, pero es lo que se maneja por el momento”, indicó. Añadió que comenzarán a analizar los celulares de los ciudadanos de Taiwán capturados.
Malaver dijo que el caso se conoció luego que dos mujeres se “fugaron de la casa” en la urbanización La Planicie, distrito limeño de La Molina, donde estaban retenidas y avisaron al puesto policial local. Tras conversar con ellas usando un traductor de internet, el caso pasó a la división de Trata de Personas.
El jefe policial indicó que una de las principales dificultades del caso era el idioma, ya que los investigados y las víctimas no hablan español.
Los agentes de la división de trata de personas y tráfico de inmigrantes hallaron a los ciudadanos de Malasia hacinados en cuartos interiores de la casa. Se supo que eran de ese país por sus pasaportes que también fueron encontrados en la mansión donde estaban retenidos. Todos dormían sobre colchones en el piso, de acuerdo a las imágenes difundidas por la policía.
Las televisoras locales que llegaron a los exteriores de la mansión intervenida mostraron a los retenidos contra su voluntad subiendo a un bus de la policía. Una mujer se cubrió el rostro con un oso panda de peluche.