La recuperación económica global y la seguridad alimenticia serán los principales temas a tratar en la cumbre del G8 durante este fin de semana en el retiro presidencial de Camp David, a las afueras de Washington.
El encuentro está precedido por las sugerencias del presidente estadounidense, Barack Obama, a Europa de actuar con mayor decisión para hacer frente a la crisis financiera internacional y las advertencias sobre la necesidad de austeridad.
Entretanto, la canciller alemana, Angela Merkel, sostuvo una videoconferencia con el presidente francés, Francois Hollande, el británico, David Cameron, Mario Monti, de Italia y los presidentes de la Comisión y la Unión Europea para adoptar una postura común.
Los líderes acordaron que su postura común en la cumbre será reconocer que se necesita ajuste y crecimiento para superar la crisis que aqueja a la eurozona.
John Kirton, cofundador del Grupo de Investigación G-8, dice que la cumbre puede ser breve, pero es significativa.
“Lo que los líderes del G-8 van a tener que hacer es, realmente, sentarse por primera vez con el presidente Hollande, muchos de los líderes se reunirán con él por primera vez, y decirle mire cuánta flexibilidad tendrá que tener con respecto a sus promesas de campaña y tendrá que trabajar con nosotros para presentar una estrategia creíble que convenza a los votantes, que convenza a los mercados, que finalmente Europa evitará que los mercados ataques sus acciones”, señaló el analista.
Una estrategia, dice Kirton, que debe tratar con la deuda y el crecimiento económico. Sin embargo, el analista se pregunta ¿Cuán lejos puede ir François Hollande sin romper sus promesas de campaña para concentrarse en crecimiento en lugar de austeridad?
Hollande sucedió a Nicolas Sarkozy, quien tenía una estrecha relación de trabajo con la canciller alemana, Angela Merkel.
El encuentro está precedido por las sugerencias del presidente estadounidense, Barack Obama, a Europa de actuar con mayor decisión para hacer frente a la crisis financiera internacional y las advertencias sobre la necesidad de austeridad.
Entretanto, la canciller alemana, Angela Merkel, sostuvo una videoconferencia con el presidente francés, Francois Hollande, el británico, David Cameron, Mario Monti, de Italia y los presidentes de la Comisión y la Unión Europea para adoptar una postura común.
Los líderes acordaron que su postura común en la cumbre será reconocer que se necesita ajuste y crecimiento para superar la crisis que aqueja a la eurozona.
John Kirton, cofundador del Grupo de Investigación G-8, dice que la cumbre puede ser breve, pero es significativa.
“Lo que los líderes del G-8 van a tener que hacer es, realmente, sentarse por primera vez con el presidente Hollande, muchos de los líderes se reunirán con él por primera vez, y decirle mire cuánta flexibilidad tendrá que tener con respecto a sus promesas de campaña y tendrá que trabajar con nosotros para presentar una estrategia creíble que convenza a los votantes, que convenza a los mercados, que finalmente Europa evitará que los mercados ataques sus acciones”, señaló el analista.
Una estrategia, dice Kirton, que debe tratar con la deuda y el crecimiento económico. Sin embargo, el analista se pregunta ¿Cuán lejos puede ir François Hollande sin romper sus promesas de campaña para concentrarse en crecimiento en lugar de austeridad?
Hollande sucedió a Nicolas Sarkozy, quien tenía una estrecha relación de trabajo con la canciller alemana, Angela Merkel.