Una vigorizada Túnez obtuvo la victoria ante un equipo francés compuesto principalmente por jugadores suplentes el miércoles, pero su victoria por 1-0 sobre los vigentes campeones no fue suficiente para que los norteafricanos avanzaran a las etapas eliminatorias de la Copa del Mundo.
Túnez, que necesitaba vencer a la ya clasificada Francia y esperar que Dinamarca evitara la derrota contra Australia en el otro partido del Grupo D para avanzar, saltó al campo motivada para desafiar a un equipo francés inconexo que presentaba nueve cambios con respecto al equipo que derrotó a los daneses.
Pero su victoria contra los campeones de la Copa del Mundo de 2018 no los llevó a la siguiente etapa después de que Australia derrotase a Dinamarca 1-0 y asegurase el segundo lugar en el Grupo D. Túnez mantuvo así su récord de no avanzar de la fase de grupos en seis apariciones en la Copa del Mundo.
Wahbi Khazri, nacido en Francia, llevó a Túnez a su tercera victoria en 18 partidos en la historia del Mundial, driblando hacia el área en el minuto 58 y disparando el balón más allá del portero suplente Steve Mandanda, quien a los 37 años es el francés de mayor edad en jugar en un Mundial. La victoria de Túnez también puso fin a la racha de seis victorias consecutivas de Francia en la Copa del Mundo.
La hostilidad de las gradas fue palpable desde el principio, con una parte de los seguidores tunecinos en la Education City Stadium silbando el himno nacional francés mientras sonaba antes del inicio. Lo mismo había sucedido en un amistoso cargado de emociones en 2008 en París entre Francia y su antigua colonia.
En una táctica diseñada para dar descanso a sus estrellas para los octavos de final, el técnico francés Didier Deschamps les dio a los jugadores que generalmente ven muy poco el campo la oportunidad de salir de inicio. Pero el banquillo de Francia mostró poca cohesión y su línea defensiva fue constantemente empujada hacia atrás y abierta de par en par por un equipo tunecino desesperado por anotar.
El gol del capitán tunecino llevó a los franceses a la acción, y Deschamps puso en el terreno de juego a estrellas como Kylian Mbappe y Antoine Griezmann para impulsar un ataque que hasta ese momento había sido tibio.
En el banquillo tunecino, suplentes y cuerpo técnico tenían los ojos puestos en el otro partido decisivo de la fase de grupos, el Australia-Dinamarca en los últimos minutos de su propio partido.
Con la esperanza de evitar la vergüenza de una derrota, Francia siguió presionando, pero un gol en el tiempo de descuento de Griezmann fue anulado por fuera de juego.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.