La batalla entre vampiros y lobos parece no tener fin. Especialmente si en disputa está el amor de una mujer.
Aunque esta vez parece que Bella (Kristen Stewart), por fin se ha decidido. Según la más reciente de la saga Twilight, Crepúsculo: Amanecer, Bella prefiere la sangre de su amor Edward Cullen (Robert Pattinson), antes que los pelos de su amigo el lobo feroz Jacob (Taylor Lautner), y así, finalmente, luego de tantas tentaciones, logra llegar virgen al matrimonio para entregarse por completo al vampiro.
Los recien casados se van de luna de miel a Brasil, muy de moda en las películas últimamente, y en un caso poco común, Bella queda embarazada de un bebé mitad vampiro que se desarrolla a una velocidad espantosa por lo que Edward se ve obligado a convertir a su amor en vampira.
Justo cuando parece que viene lo mejor, la película se termina, porque esta es simplemente la primera parte de un final de dos capítulos. Es decir que tendremos que esperar hasta noviembre de 2012 para terminar de entender esta última trama que repite los clichés de todas sus versiones anteriores, mucho melodrama, poca sangre y demasiado a la imaginación.
