La Organización de los Estados Americanos (OEA) afirmó el martes que de continuar la prolongada crisis en Venezuela, la cifra de migrantes y refugiados podría superar los 6 millones el próximo año.
David Smolansky, comisionado del secretario general de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, presentó este martes un resumen de la situación de estas personas y sus proyecciones para 2021.
El comisionado indicó que en 2021 se pudiese estar hablando de entre 6 y 7 millones de migrantes y refugiados venezolanos. Indicó que el rango es amplio debido a la situación generada por la pandemia.
“Si persiste el régimen ilegítimo (de Nicolás Maduro) en Venezuela y se abren las fronteras en el primer trimestre del año 2021, es bastante probable que la cifra (de migrantes y refugiados venezolanos) se acerque más a 7 millones que a 6 millones. Eso haría que oficialmente haya más refugiados venezolanos que refugiados sirios”, afirmó Smolansky. Cifras disponibles indican que hay 6.7 millones de sirios fuera de la nación abrumada también por la crisis.
Hasta el momento 5.4 millones de venezolanos, el equivalente al 18% de la población, han salido de su país en busca de oportunidades, mientras no es clara una salida para la grave situación en todos los órdenes que atraviesa la nación sudamericana.
Según los datos presentados por la OEA el martes, la mayoría ha ido al vecino Colombia, donde viven más de 1 millón 700 mil venezolanos. Le sigue Perú, donde se regsitra un millón de personas procedente de Venezuela; y Chile, con unos 457.000. En EE.UU. viven más de 420.000 venezolanos.
“Ya el total de los migrantes y refugiados venezolanos supera la población de 70 países en el mundo”, indicó Smolansky, colocando como ejemplo países como Costa Rica y Noruega.
El también alcalde en el exilio, expuso que de acuerdo a los testimonios obtenidos en mesas de trabajo, son cinco los motivos principales de los venezolanos para salir del país: la crisis humanitarias, la situación económica, las violaciones de los derechos humanos, la precariedad de los servicios básicos y la violencia generalizada.
Situación en el Caribe
El comisionado destacó los casos de Guyana, Trinidad y Tobago, Aruba, Curazao y República Dominicana.
“Cuando uno suma solamente a esos países caribeños, estamos hablando de aproximadamente 230.000 migrantes y refugiados venezolanos (…) Si los venezolanos en el Caribe fueran una isla, ya serían la séptima más grande de esa región del continente”.
Smolansky hizo mención especial a la situación en la frontera marítima con Trinidad y Tobago, que ha acaparado titulares las últimas semanas, debido a las denuncias deportaciones.
“El balance que se maneja desde esta oficina es que en el último mes el gobierno de Trinidad y Tobago ha coordinado con el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro la deportación de 226 venezolanos”, indicó.
Una de las últimas situaciones reportadas relacionadas fue el naufragio de una embarcación llena de venezolanos en las costas del oriente del país, a principios de diciembre. De acuerdo a los datos actualizado de esta oficina de la OEA, el incidente dejó 33 fallecidos.
Retos y propuesta
El comisionado destacó que a pesar de esta situación, ha faltado una mayor cooperación de la comunidad internacional para atender esta crisis y sus distintas aristas.
“La crisis de migrantes y refugiados venezolano lamentablemente se proyecta a ser la más grande del mundo, pero es la que menos financiamiento ha recibido. Un refugiado sirio, per cápita, ha recibido 5.000 dólares; mientras que un refugiado venezolano, per cápita, 255 dólares”, apuntó.
Smolanky indicó que la pandemia seguirá siendo un reto en el 2021, por lo que expresó la necesidad de poder masificar la vacunación a los migrantes y refugiados venezolanos.
La documentación también será un desafío, pues la OEA estima que un 50% de los venezolanos fuera de su país no tienen una documentación para tener estatus regular en el país receptor, no tiene pasaporte venezolano, o está vencido.
Al ser cuestionado por la Voz de América, el comisionado indicó que la propuesta medular de esta oficina de la OEA es que al venezolano se le de estatus de refugiado según la Declaración de Cartagena, que reconoce a una persona con este estatus cuando huye por: violencia generalizada, alteración del orden público, violación de los derechos humánanos y agresión extrajera.
Explicó que en el caso de Brasil, más 46.000 venezolanos ya han recibido el estatus de refugiados y en México también está otorgando el estatus, pero de forma individual.
En otros países de la región, donde no están otorgando el estatus, entregan un permiso migratorio temporal, como en los casos de Colombia o Perú.
“Si bien es cierto que esto es muy duro para el que es venezolano ver a tanta huir, separarse de su tierra y de sus familiares, representa una oportunidad para América Latina y el Caribe de insertar una población que lo que quiere es trabajar, que lo que quiere es emprender y lo que quiere es estudiar”, apuntó Smolansky.