El Departamento de Seguridad Nacional sopesa cerrar sus oficinas de inmigración fuera de Estados Unidos, y espera liberar millones de dólares anuales con ese movimiento para atender de mejor forma los casos pendientes dentro en su territorio, informó la dependencia el martes.
La portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración Jessica Collins dijo que la agencia que otorga las visas sostiene discusiones preliminares para cerrar sus oficinas en 20 países fuera de Estados Unidos. Hay alrededor de 70 empleados en México, Gran Bretaña, Sudáfrica, Italia, India, Filipinas, China y otras naciones.
Collins señaló que la agencia trabajará estrechamente con el Departamento de Estado para evitar cualquier interrupción de los servicios en el extranjero.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights First criticaron la medida, señalando que el cierre de oficinas internacionales significaría una menor cantidad de servicios disponibles para los refugiados. La agencia afirma que no se afectará el procesamiento de refugiados.