El proyecto de ingresos y gastos del presidente para el 2014 es cuestionado por miembros de su propio partido y no cuenta con el apoyo de legisladores republicanos.
El presidente Barack Obama presentó este miércoles su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2014, un plan que no satisface enteramente a los miembros de su partido y al que además se oponen los republicanos.
En un corto discurso desde la rosaleda de la Casa Blanca, el presidente dijo que si queremos seguir reconstruyendo la nación “debemos ser más inteligentes para decidir nuestras prioridades como nación”.
Obama agregó que "el presupuesto contempla gastos y recortes responsables y comprueba que podemos hacer ambos".
Aseguró que bajo su plan se "sustituye los tontos recortes indiscriminados … en una manera balanceada y responsable".
Pero la propuesta de Obama incluye recortes en programas del que dependen los estadounidenses de mayor edad, incluidos el Medicare (seguro de salud pública) y la Seguridad Social.
También fija aumentos de impuestos para los más ricos como parte de un plan que en general busca disminuir los gastos gubernamentales e incrementar los ingresos del fisco.
Según el propio presidente su plan no es el “ideal” para reducir el déficit, pero aseguró que éste tampoco se incrementará y que ha debido aceptarlo como un compromiso para poder salir del círculo vicioso que representa el estar tomando sólo decisiones a corto plazo impelidas por las crisis.
Algunos legisladores demócratas cuestionan los recortes a la Seguridad Social aceptados por Obama, en tanto que muchos republicanos quisieran ver un presupuesto sin aumentos tributarios y una mayor reducción de gastos.
Obama ha dicho que su plan presupuestario busca reducir el déficit en casi $2 billones de dólares a lo largo de 10 años.
También ha subrayado que su mayor prioridad es que el país tenga una clase media próspera y ha reiterado que se opone a mayores recortes en el presupuesto porque significarían la pérdida de cientos de miles de empleos al año.
En un corto discurso desde la rosaleda de la Casa Blanca, el presidente dijo que si queremos seguir reconstruyendo la nación “debemos ser más inteligentes para decidir nuestras prioridades como nación”.
Obama agregó que "el presupuesto contempla gastos y recortes responsables y comprueba que podemos hacer ambos".
Aseguró que bajo su plan se "sustituye los tontos recortes indiscriminados … en una manera balanceada y responsable".
Pero la propuesta de Obama incluye recortes en programas del que dependen los estadounidenses de mayor edad, incluidos el Medicare (seguro de salud pública) y la Seguridad Social.
También fija aumentos de impuestos para los más ricos como parte de un plan que en general busca disminuir los gastos gubernamentales e incrementar los ingresos del fisco.
Según el propio presidente su plan no es el “ideal” para reducir el déficit, pero aseguró que éste tampoco se incrementará y que ha debido aceptarlo como un compromiso para poder salir del círculo vicioso que representa el estar tomando sólo decisiones a corto plazo impelidas por las crisis.
Algunos legisladores demócratas cuestionan los recortes a la Seguridad Social aceptados por Obama, en tanto que muchos republicanos quisieran ver un presupuesto sin aumentos tributarios y una mayor reducción de gastos.
Obama ha dicho que su plan presupuestario busca reducir el déficit en casi $2 billones de dólares a lo largo de 10 años.
También ha subrayado que su mayor prioridad es que el país tenga una clase media próspera y ha reiterado que se opone a mayores recortes en el presupuesto porque significarían la pérdida de cientos de miles de empleos al año.