El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió el jueves la restrictiva política migratoria de México, que ha evitado que muchos migrantes centroamericanos crucen el país para llegar a la frontera de Estados Unidos.
México ha enviado a elementos de la Guardia Nacional y a agentes de inmigración a su frontera sur con Guatemala para impedir que las caravanas de migrantes ingresen a territorio mexicano y para detener a los que logren cruzar.
“Nosotros hemos protegido a los migrantes, no ha habido violación a sus derechos humanos”, dijo López Obrador. “Ahora se registran, se les protege en el sur para que no pasen y no sean víctimas de la delincuencia”.
El mandatario rechazó que el gobierno estadounidense haya presionado a México para que impusiera las restricciones, incluido el programa “Permanecer en México”. Formalmente conocido como los Protocolos de Protección al Migrante, el programa envía a los solicitantes de asilo de otros países de regreso a México para que aguarden a que se les asigne una cita en los tribunales estadounidenses.
“Fue una decisión que tomamos nosotros. A nosotros no nos imponen los gobiernos extranjeros nada”, dijo el mandatario mexicano.
Cuando le preguntaron sobre el futuro del programa, que ha dejado varados a muchos migrantes centroamericanos en campamentos en malas condiciones en algunas ciudades fronterizas mexicanas, López Obrador respondió: “Vamos a esperar a que se tome posesión, a que llegue el señor Biden”.
También lea EE.UU. y El Salvador concluyen implementación de acuerdos de asiloEl presidente electo estadounidense Joe Biden ha prometido eliminar muchas de las políticas migratorias implementadas por el gobierno del presidente Donald Trump, empezando con el programa “Permanecer en México”.
En un momento dado, Trump amenazó con imponer aranceles a los productos de exportación mexicanos a menos que el gobierno de López Obrador tomara medidas para detener el flujo de migrantes que viajan hacia Estados Unidos.
La disposición del presidente mexicano para asumir el control de las políticas migratorias pese a la evidencia de que Washington aplicó presión refleja su postura nacionalista en la mayoría de los temas: defender la soberanía de México ha sido algo central de su presidencia.
Pero también deja entrever cálculos políticos internos.
Uno de los miedos más grandes de López Obrador es que se repita la masacre de 72 migrantes ocurrida en 2010, quienes murieron a manos de un cártel del narcotráfico en el estado norteño de Tamaulipas. Debido a que los migrantes a menudo recurren a traficantes aliados con los cárteles o pasan por territorios de éstos, bloquear su avance reduce la posibilidad de que ocurra otra masacre como esa.
Si bien hay una simpatía generalizada hacia los migrantes en México, el apoyo a nivel nacional de que crucen el territorio es débil, sobre todo durante la pandemia de coronavirus o si enormes movimientos de migrantes amenazan con complicar los cruces fronterizos legales para los mexicanos.