Hasta la última pelota. Así jugó y ganó Dallas el cuarto partido de la serie ante Oklahoma, venciendo nuevamente como visitante, para quedar a un paso del título de la conferencia del Oeste y de la final de la NBA.
Los Mavericks, liderados una vez más por una extraordinaria labor ofensiva del pivot alemán Dirk Nowitzki, que marcó 40 puntos, derrotaron a los Thunder por 112 a 105 y pusieron la serie 3 a 1 a su favor y ahora regresarán por dos partidos en Dallas.
La definición del partido en favor del equipo texano llegó de la mano del interminable veterano Jason Kidd, que marcó un triple a 40 segundos del final, para sellar la victoria en tiempo extra.
Los Mavericks de Dallas se recuperaron de desventaja de 15 puntos en los cinco minutos finales del tiempo reglamentario, cuando perdían 84 a 99, para sorprender a los Thunder de Oklahoma City.
Tras empatar el tiempo reglamentario, los Mavericks de Dallas recién consiguieron su primera ventaja al iniciar el tiempo extra, cuando Nowitzki marcó dos tiros libres. A partir de ese momento, los Mavs controlaron el marcador y nunca permitieron a los Thunder volver a tomar el liderazgo.
Los Bulls iblogados a ganar
Mientras tanto, este martes 24 de mayo de 2011, por la noche, en el American Airlines Arena, los locales del Heat de Miami, intentarán ampliar la ventaja ante los Bulls de Chicago, tras dos victorias consecutivas, para tratar de cerrar la serie de visita en la ciudad de los vientos.
Los jugadores de los Bulls de Chicago reconocen que ahora necesitan hacer algo extra para derrotar a Miami, ya que a pesar de haber logrado 71 victorias esta temporada, más que cualquier otro equipo, no parecen encontrar ahora la forma de ganar un partido.
Con algunos jugadores devaluados físicamente, sintiendo el esfuerzo de la larga temporada y el juego físico de los Heat, y con los ánimos bajos, afectados además por la sanción aplicada contra Joaquim Noah tras insultar a un espectador, los Bulls aspiran a recuperar el toque. Sobre todo, aspiran a recuperar a un Derrick Rose que no ha podido desplegar su juego.
Sin embargo Miami parece en control de la situación. LeBron James finalmente tomó el papel de líder, jugando y haciendo jugar, y los otros dos "grandes", Wade y Bosh, han dado una respuesta en igual medida en los últimos dos partidos.