El noruego de 32 años que confesó haber matado a 77 personas, pasará otras cuatro semanas en aislamiento.
Un juez rechazó una apelación de Anders Behring Breivik respecto a que su confinamiento solitario es aburrido, monótono y “un método sádico de tortura”.
La masacre que cometió es considerado el peor acto masivo de violencia en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial.
El juez Hugo Abelseth declaró a la prensa que siguió a la audiencia, que está de acuerdo con las preocupaciones de la policía, que Breivik tendría oportunidad de dañar la evidencia si no está aislado.
La policía cree que Breivik actuó solo el 22 de julio de 2011, cuando hizo detonar una bomba frente a oficinas del gobierno en Oslo y luego viajó hasta la isla de Utoeya, 40 kilómetros al noroccidente de la capital noruega, donde realizó la masacre disparando al azar contra jóvenes que asistían a un centro vacacional.