La organización Amnistía Internacional (AI) dijo el viernes que los gobiernos no debieran atacar a los activistas de derechos humanos que critican sus gestiones ante la pandemia de coronavirus.
AI dijo que los defensores de los derechos humanos “son importantes actores en la lucha contra la pandemia y los Estados deben considerarlos aliados, no enemigos”.
Entre los ejemplos de países donde las autoridades la han emprendido contra los activistas, Amnistía mencionó a Nicaragua, Polonia y Túnez, en donde, asegura han “criminalizado o suprimido la información y las voces críticas”.
Periodistas nicaragüenses han denunciado la presión de las autoridades tras denunciar lo que sucede en sus comunidades, sin que los gobiernos locales tomen cartas.
Tal es el caso del periodista Sergio León Corea que entrevistó en su radioemisora, La Costeñísima, al alcalde del municipio de La Cruz de Río Grande; él mismo dijo que su comunidad estaba preocupada por la muerte de dos personas que fueron enterradas de inmediato y temían fuera por coronavirus.
Días después León recibió un citatorio por una supuesta difamación, pero semanas después fue ingresado y el 14 de junio falleció por una afección respiratoria.
También lea Nicaragua: la odisea de ser periodista en tiempos de pandemiaHasta el 5 de junio, según reportó la Voz de América, tres médicos nicaragüenses habían sido despedidos por “contradecir el discurso oficial del presidente Daniel Ortega, que afirma tener controlada la situación de la pandemia”.
Además, Amnistía Internacional cita su propio informe “Atreverse a salir en defensa de los derechos humanos durante una pandemia”, en el que recoge que decenas de personas “han pagado un alto precio por defender los derechos humanos”.
Asimismo, señala que entre las personas que sufren represalias figuran “denunciantes de irregularidades del sector de la salud, activistas de comunidades y periodistas y blogueros que compartían información y planteaban preguntas sobre el modo de gestionar la pandemia”.
“Los Estados podrían aprender mucho de la resiliencia, adaptabilidad, determinación e innovación de estas personas”, concluye.