La compañía Cardinal Health, especializada en medicamentos y productos médicos, envió 241 millones de píldoras de hidrocodona y oxicodona a West Virginia, en un lapso de cinco años, indican registros federales.
Los envíos de la empresa Cardinal Health, fueron revelados en documentos presentados a un tribunal en 2015, como parte de una demanda del estado en la Corte de Circuito del condado Boone.
Las cifras fueron investigadas por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), que realizó operaciones en embarques comprendidos entre los años 2007 y 2012.
El delegado estatal Don Perdue indicó que los envíos son "una cifra extraordinaria de dosis". Una vocera de Cardinal Health no respondió a una solicitud de declaraciones.
La demanda de 2012 presentada por el entonces fiscal general Darrell McGraw, argumenta que Cardinal Health, con sede en Dublin, Ohio, ayudó a alimentar el problema de fármacos con receta que enfrenta el estado.
El fiscal general Patrick Morrisey se retiró de la demanda en 2014, ya que su esposa labora para Cardinal Health en Washington, D.C.