La economía en la casa de la familia Alfonso comenzó a tambalearse en 2020, cuando por efecto de la pandemia, su hija dejó de tener empleo en Madrid, donde vive desde hace dos años.
"Siempre me ayudaba con el mercado (abastecimiento) mensual, pero ahorita ya no puede. A veces me envía algo, pero ya no como antes. Ha sido fuerte, porque lo que aquí uno gana, no alcanza. Si compras una cosa, no compras otra", cuenta Ángela Alfonso, una venezolana que trabaja por cuenta propia como proveedora de textiles para sastrerías. "Uno trabaja, prácticamente solo, para pagar alimentos", advierte.
Como en el de ella, en otros hogares de Venezuela han sentido el mismo golpe y es que, de acuerdo con cálculos de la firma Ecoanalítica, el envío de remesas a Venezuela cayó un 56 por ciento en el último año. El monto de esos aportes pasó de 3.500 millones de dólares, en 2019, a menos de 1.600, en 2020.
La mayoría de las remesas enviadas a Venezuela provienen de Colombia, Perú y Chile, donde se concentra también, el mayor número de migrantes venezolanos.
Luis Arturo Bárcenas, economista sénior de Ecoanalítica, explica que el estancamiento de las actividades en esos países, por el confinamiento, tuvo un efecto dominó en los depósitos en divisas a las familias venezolanas.
"Con menos producción en esas economías, hubo menos demanda de trabajo. ¿Qué es lo que pasa con Venezuela? Muchos de los que emigran son empleados informales. Otro de los factores que impactó es que muchas de las remesas se entregan en efectivo, sobre todo, las que provienen de Colombia y con el cierre de la frontera común, esto se vio afectado", explicó Bárcenas a VOA.
Las remesas desde el extranjero representan, de acuerdo con el especialista, entre un 4 y 5 por ciento del Producto Interno Bruto de Venezuela.
También lea Venezolanos en Bogotá: de vivir en casas propias a pagar residencias por días"El rol de las remesas ha aumentado, en los últimos años, por el colapso de la actividad petrolera y también por temas políticos, porque funge como una inyección de recursos que el gobierno no tiene que hacer. El gobierno ha dejado que las remesas cubran gran parte de ese gasto que dirigía hacia los sectores más carentes", apunta Bárcenas.
Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro, dice que su principal escollo para poder reactivar la economía en el país han sido las sanciones internacionales.
Justamente, del total de hogares que reciben remesas en Venezuela, un 57 por ciento son pobres, según la Encuesta de Condiciones de Vida, elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Antes de las medidas de cuarentena mundiales, los migrantes aportaban a sus familias en Venezuela un promedio de 50 a 100 dólares por mes.
A pesar de que la economía en Latinoamérica comienza a reabrirse, por la aplicación de las vacunas contra la COVID-19, la firma Ecoanalítica, no ve una recuperación en los montos de las remesas en el corto plazo. Estima que máximo podrían alcanzar los 1.900 millones de dólares a finales de 2021.
Un tema que es "crucial" para Anabel Fernández, una jubilada venezolana, de 60 años.
"Hoy en día, creo que si no tienes un apoyo del exterior es imposible vivir en Venezuela", lamenta Fernández, quien, para su alivio, cuyos hijos han continuado haciendo depósitos desde el extranjero, a pesar de la pandemia.
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