El nuevo primer ministro de Haití, Garry Conille, y el jefe de la Policía haitiana, visitaron el hospital más grande del país, después de que las autoridades dijeron que habían recuperado el control de la institución médica durante el fin de semana.
El jefe a cargo de la fuerza multinacional encabezada por Kenia en Haití, dice que "no hay espacio para el fracaso" en la ardua misión de frenar la violencia de las pandillas y estabilizar el país caribeño sumido en el caos.
Unos cinco millones de personas en Haití, casi la mitad de su población, están luchando para alimentarse debido a la situación de escasez generada por la violencia de las pandillas.
La policía de Haití dijo haber recuperado el control de un cuartel policial en Puerto Príncipe que fue atacado por las pandillas. El país caribeño hace frente a la escalada de violencia pandilleril con el apoyo de una fuerza internacional encabezado por Kenia.
Los niños suponen más de la mitad de las casi 580.000 personas que se han quedado sin hogar en los últimos cuatro meses. Muchos de ellos viven en refugios improvisados, incluidas escuelas en malas condiciones higiénicas, según Naciones Unidas.
Haitianos esperan ansiosos la llegada de la cuarta intervención extranjera en el país, en medio de la crisis humanitaria y de seguridad que vive el país.
El premier haitiano, Garry Conille, pidió confianza en la efectividad de la misión internacional para controlar la violencia causada por las pandillas en el país. Conille insistió, no obstante, que este trabajo comenzaría "lentamente".
Dos centenares de agentes de la nación africana aterrizaron en Puerto Príncipe, la capital del país, que sufre uno de sus episodios más violentos a causa de las pandillas.
Finalmente, una fuerza policial procedente de Kenia podría ser desplegada a más tardar el martes en Haití, donde las pandillas han causado estragos y la prometida ayuda daría alivio a la inseguridad en el país caribeño.
El incremento de la violencia de las pandillas en Haití ha llevado al desplazamiento forzoso de 580.000 personas. En su mayoría huyeron de la capital hacia el interior del país, donde no cuentan con los recursos suficientes para mantenerlos. según un último informe de la ONU.
Representantes de las fuerzas policiales de Haití y Kenia se reunieron para alistar detalles antes del despliegue de una fuerza multinacional comandada por Kenia para restablecer la seguridad en la nación caribeña.
El gobierno de Haití destituyó al jefe de la policía tras meses de crítica por dejar expuestos a los agentes a las agresiones de las pandillas, que controlan el 80 % de Puerto Príncipe y que están mejor equipadas y disponen de armas más potentes.
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