El presidente salvadoreño Nayib Bukele criticó esta semana la investigación periodística de una alianza de medios, después de la publicación de dos artículos que reflejan un rápido incremento de los bienes inmuebles del mandatario y de otros cinco miembros de su familia.
Bukele no negó tácitamente los alcances de la investigación, pero aseguró que no tiene un soporte contable. La Corte Suprema de Justicia de El Salvador mantiene en secreto las declaraciones patrimoniales del presidente salvadoreño desde el 2021.
El mandatario salvadoreño asumió su segundo periodo presidencial el 1 de junio de 2024, después de que la propia Corte Suprema de Justicia avalara la reelección presidencial en El Salvador, un recurso que no reconoce la Constitución.
"No somos perfectos, y estoy seguro de que habrá mucho que criticar y cuestionar. Pero, ¿corrupción? No sean imbéciles", dijo el popular presidente en su red social favorita, X, tras advertir que los periodistas publicaron un reporte que "no soporta el análisis de un contador, mucho menos de un financiero".
La investigación, publicada bajo la alianza de medios Redacción Regional, Focos y Dromómanos, reveló que Bukele y su clan familiar, entre ellos su madre, hermanos y esposa, compraron propiedades en 9,2 millones de dólares, amasando el 92 % de esos inmuebles en apenas un año.
Una segunda publicación, revela que el hermano y principal asesor del presidente, Karim Bukele, compró un edificio en el Centro Histórico de San Salvador por 1,3 millones de dólares, semanas después de que el Congreso aprobara una ley que exonera de impuestos a quienes inviertan en esa zona.
El Centro Histórico de San Salvador se encuentra bajo remodelación desde hace unos años, y ha sido el escenario favorito del mandatario para pronunciar sus discursos de victoria, y de toma de posesión.
Junto con la zona costera, esta zona patrimonial es una de las mayores apuestas de los Bukele. En el área se remodelan plazas, restaurantes y se construyen edificios como la recién inaugurada Biblioteca BINAES, financiada con fondos del gobierno chino.
Bukele consideró que ambas investigaciones periodísticas no tienen un soporte contable; mientras que su hermano afirmó que las transacciones son legales, y que lo han hecho sin usar prestanombres y trasladando activos de una sociedad a otra.
"Lo hice bajo Mi NOMBRE, usando el sistema bancario privado, cheques con mi firma, DECLARANDO y pagando TODOS los impuestos por la transacción y con documentos públicos frente a los previos dueños", dijo Karim Bukele en su cuenta de X.
Esta es una de las pocas veces que la familia presidencial responde ante una investigación periodística, pues no suelen dar entrevistas a medios independientes ni hacer públicas sus declaraciones patrimoniales.
¿Cuál fue la metodología de la investigación?
Según el periodista salvadoreño Jaime Quintanilla, autor de la investigación, mientras buscaba datos sobre la entrega de créditos hipotecarios de un banco del Estado identificó que la familia Bukele aparecía con más propiedades en su haber, a pesar de no haber obtenido esos créditos.
Él y su equipo de trabajo decidieron revisar los perfiles de las sociedades de la familia presidencial, descubriendo empresas cuyos activos eran de 15.000 dólares antes de que Bukele asumiera la presidencia y hoy superan los 6 millones de dólares.
Fue de esa manera que hallaron fincas, ranchos de playa, apartamentos y casas de campo a nombre de Bukele, sus hermanos, su madre y esposa.
"Ha sido bien interesante cómo han reaccionado porque en la primera investigación, en la que revelamos el exhorbitante incremento en el número de bienes inmuebles optaron por el silencio", dijo Quintanilla a la Voz de América.
Hoy, “que revelamos que se han aprovechado de leyes, tuvieron una reacción iracunda. Optaron por evadir, por ofender. No hay manera de negar la investigación porque se ha hecho con documentos oficiales, que provienen del registro público”, dijo.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) levantó una alerta ante los hechos, y su director, Sergio Arauz, dijo a la VOA: “Hubo ataques a la página del medio Redacción Regional, cuyo sitio estuvo abajo luego de recibir un ataque de fuerza bruta”.
La APES le recordó al gobierno de Bukele que el trabajo de la prensa es fiscalizar el “uso y abuso” del gobierno, y dijeron estar atentos ante “cualquier acción que ponga en riesgo la integridad del periodista y la alianza de medios que publicó la investigación”.
La publicación cuestiona el aumento patrimonial de la familia Bukele en solo un año, y el conflicto de intereses que supone comprar propiedades en zonas beneficiadas con exención de impuestos.
Pese a que la familia presidencial asegura que fueron adquiridos con préstamos de la banca privada, la alianza de medios cuestiona la transparencia de estos préstamos millonarios sin tener un soporte con que respaldar la deuda.
La Corte Suprema de Justicia mantiene bajo reserva las declaraciones patrimoniales del presidente Bukele.
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