En un cabildo abierto realizado en Miami, el presidente Barack Obama apeló al interés por la reforma migratoria del republicano Jeb Bush para que interceda ante el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, John Boehner para que aprueben una reforma del sistema de inmigración.
En su intervención el presidente agradeció la "preocupación" en el tema demostrada por el también posible candidato a la Casa Blanca, pero instó a Bush para que hable y convenza a Boehner de que es necesario aprobar una ley migratoria integral que solucione la situación legal de más de 11 millones de indocumentados.
El presidente Obama también exhortó a los inmigrantes cuya situación ha quedado en el limbo por disputas jurídicas a que sigan esperando beneficiarse de una solución a futuro.
El presidente redobló su apuesta en la acción ejecutiva en inmigración, y lamentó que el financiamiento del Departamento de Seguridad Nacional sea utilizado en el Congreso para atacar el decreto presidencial.
En el foro, que fue televisado por Telemundo y organizado en conjunto con MSNBC, Obama señaló que la administración seguirá la vía legal para desbloquear la acción migratoria tras el fallo del juez que suspendió el decreto y prometió que las medidas contempladas por su gobierno que protegen a millones de la deportación no serán descartadas en los tribunales.
"Este es sólo un juez federal", dijo el mandatario. "Hemos apelado muy agresivamente. Nosotros vamos a ser tan agresivos como podamos. Mientras tanto, lo que hemos dicho a los republicanos es, en lugar secuestrar la financiación del Departamento de Seguridad Nacional, que es tan importante para nuestra seguridad, vamos a seguir adelante y aprobemos una reforma migratoria integral", dijo el mandatario.
Obama amenazó con vetar cualquier legislación que amenace con desmantelar la acción ejecutiva.
"En el corto plazo, si (...) el Senado, y el presidente de la Cámara, John Boehner, quieren tener voto sobre si lo que estoy haciendo es legal o no, pueden hacerlo. [Pero] voy a vetar esa votación porque estoy absolutamente seguro de que estamos haciendo lo correcto", agregó.
Ante una pregunta de una mujer que dijo que su esposo fue deportado a pesar de la supuesta priorización de expulsar a criminales y no separar familias, el presidente defendió el trabajo del gobierno.
"Cada vez que usted tiene una gran burocracia y se cambia la política, van a haber uno, dos o tres casos en los que al parecer se no ha entendido el mensaje. Pero si usted habla con el jefe de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, está absolutamente comprometido con esta nueva priorización. Más importante, yo, el presidente de EE.UU., estoy comprometido (...) Nos vamos a centrar en los criminales [y] en delincuentes potenciales", señaló Obama.
Anteriormente, el mandatario se reunió con representantes de organizaciones de inmigrantes para proporcionar una actualización sobre las acciones ejecutivas de inmigración responsable.
La reunión sirvió también como una oportunidad para dialogar con la comunidad de defensa de inmigrantes sobre los continuos esfuerzos de la administración Obama para presionar al Congreso para financiar el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y aprobar una reforma migratoria integral, según un comunicado de la Casa Blanca.
El presidente también destacó que a pesar de la decisión del tribunal de distrito de Texas, continuará avanzando en muchos componentes de las acciones ejecutivas y confía en que en última instancia será capaz de poner en práctica las políticas de acción diferida (DACA).
Según la Casa Blanca, los asistentes acordaron continuar su acercamiento a la comunidad, trabajar con la administración en sus esfuerzos para aplicar plenamente las acciones ejecutivas que no fueron bloqueadas por la corte de distrito, y presionar por una reforma migratoria de sentido común como la única solución duradera y permanente de arreglar el sistema de inmigración.