Los legisladores del Congreso de Perú votaron el miércoles abrumadoramente a favor de destituir a Castillo, lo que provocó la rápida caída del presidente, luego de que su intento de disolver el Congreso y gobernar por decreto se vio frustrado ese mismo día.
Una parte de la comunidad de naciones se opone a una intervención de fuerza en Haití, teniendo en cuenta los resultados de incursiones años atrás.
Boluarte, de 60 años, podría nombrar un nuevo gabinete en los próximos días para dirigir el segundo mayor productor mundial de cobre, con grandes expectativas de que opte por un Gobierno de unidad.
El expresidente Pedro Castillo se encuentra detenido en Perú por el presunto delito de rebelión.
Tras la frenética jornada del miércoles en Perú, algo de calma se respira en el ambiente pero podría durar poco. Diversos sectores y parte de la población piden que se adelanten las elecciones generales.
El expresidente de Perú Pedro Castillo fue trasladado el miércoles por la noche a una cárcel especial de Lima.
Boluarte era la vicepresidenta de Castillo desde que éste asumió en julio de 2021 y había ejercido hasta hace casi dos semanas el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social.
Tras la destitución de Pedro Castillo se ha antepuesto la democracia a los intereses políticos de un presidente, afirman analistas consultados por la VOA, que además confían en que se abra un nuevo período para reforzar las instituciones del país.
En la jornada del miércoles, Nicaragua respondió a los argumentos presentados por la defensa colombiana, el martes.
Desde 2021 el músico Pedro Castillo venía pidiendo, casi implorado que dejaran de citar su cuenta de Twitter para que no siguieran confundiéndolo con el entonces mandatario peruano.
En su primer mensaje a la nación, la nueva jefa de Estado solicitó una “tregua política” a la oposición y pidió a la Fiscalía que siga con las investigaciones contra la administración de su predecesor.
Acusaciones de corrupción, crímenes de lesa humanidad y hasta un suicidio han marcado la política peruana en las últimas tres décadas. Siete presidentes han sido acusados de corrupción desde 1992.
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