El plazo para resolver el futuro de cientos de miles de jóvenes inmigrantes indocumentados conocidos como “dreamers” se cumplió el unes sin que el Congreso o la Casa Blanca hayan hecho algo.
El presidente Donald Trump anunció en septiembre la finalización del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, que protegía temporalmente a los dreamers de la deportación, y dio al Congreso hasta el 5 de marzo para hallar una solución.
El lunes, el presidente culpó nuevamente a los demócratas del impasse: “Es 5 de marzo y no se ve a los demócratas por ningún lado respecto al DACA. ¡Estamos listos para llegar aun acuerdo!” dijo en cuenta de Twitter.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders dijo que es “absolutamente terrible que el Congreso haya dejado de actuar”, y dijo que la situación es “patética”.
Pero la situación es en gran parte obra del presidente, que primero dijo estar dispuesto a apoyar cualquier medida que le presentara el Congreso, prometió absorber la presión que una medida de compromiso pudiera causar en ambos partidos y al final terminó imponiendo condiciones que los demócratas no pudieron aceptar: eliminar la lotería de visas y la inmigración familiar a cambio de otorgar un camino a la ciudadanía a unos 1,8 millones de jóvenes.
El lunes, un legislador republicano dijo que intenta forzar una votación de una medida que ofrecería una extensión de tres años a las protecciones contra deportación para cientos de miles de jóvenes inmigrantes.
El esfuerzo del representante Mike Coffman —que se asemeja al del senador Jeff Flake, otro republicano—, podría ser una batalla cuesta arriba en este año electoral.
La mayoría de los republicanos no quiere prorrogar el programa a menos que los legisladores también aprueben miles de millones de dólares para iniciar con la construcción del muro en la frontera con México que propuso el presidente Donald Trump. Y algunos demócratas podrían no respaldar lo que perciben como una solución temporal a un problema que buscan resolver de manera permanente, y que muchos afirman también debería proporcionarles a los inmigrantes una vía para la naturalización.
Los demócratas culpan a Trump y al liderazgo republicano de no presentar estos y otros proyectos de ley a discusión en el pleno.
“Sin una solución permanente, la cruel e irresponsable decisión de Trump va a servir para separar más familias, romper comunidades, empujar a los inmigrantes a las sombres y nos hará a todos menos seguros”, indicó el presidente del Comité Nacional Demócrata, Tom Pérez.
Bajo las reglas de la Cámara de Representantes, Coffman necesitará de 218 firmas para obligar al recinto a votar su propuesta. El plan de Coffman cuenta con 31 copatrocinadores, divididos casi de manera equitativa entre republicanos y demócratas.
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“Debemos darles a estos jóvenes la certeza de que pueden seguir trabajando y estudiando aquí en Estados Unidos mientras el Congreso debate una legislación más extensa para arreglar nuestro defectuoso sistema migratorio”, escribió Coffman en una carta en la que exhortó a los miembros de ambos partidos a respaldar su plan.
Coffman enfrenta una competitiva campaña de reelección este año en un distrito que rodea a Denver, en donde casi el 20% de los votantes son hispanos.
El presidente de la cámara baja, Paul Ryan, dijo que prefiere buscar votos para una propuesta conservadora de mayor alcance que imponga restricciones a la inmigración legal.
Por ahora, los casi 800.000 dreamers que gozan del DACA no corren peligro inminente de ser deportados gracias a dos decisiones judiciales que suspenden el fin del programa y obligan al Servicio de Inmigración a seguir aceptando solicitudes de renovación del DACA.
No se espera que la Corte Suprema tome el caso en un futuro cercano.